sábado, 16 de febrero de 2019

La soledad

Estoy acostumbrada a estar sola.

La vida sin condicionamientos es placentera, no se rinden cuentas y no espera nada de nadie. No existen ganas de construir nada a partir de cero. Se es autosuficiente y eso se aprende solo con el tiempo. No se necesitan mensajes buenos, no se espera una llamada y no se rinde tributo a las cosas. Las cosas son más reales aun que no lo parezca, los meritos son propios y los recuerdos una alucinación.

Se siente que nadie puede aportar algo que no sea ya factible para sí mismo, se siente comodidad, sin dramas, sin ataduras, sin nombre solo vivir.

Y llegan siempre oportunidades de volver a empezar, pero es más grande el deseo de superación personal, porque en el fondo si una persona no se siente completa ni apta para hacer feliz a alguien mas no lo hace, porque no se puede dar lo que no se tiene y claramente se prefiere su propia felicidad.

Siempre habrá gente que piense que la perfección es una estabilidad en todos los ámbitos sobre todo el sentimental. Pero el secreto que no han revelado es que sería una pérdida de tiempo pasar de una relación a otra sin haberse dado una reencarnación, cerrando el ciclo y sin volver a ser el mismo.
Yo no creo que el Amor sea a primera vista, el amor real por otra persona se construye de recuerdos y momentos de placer, lo que sí es de primera visión es lo fenoménico.

A los que están enamorados tengan cuidado, cuidado de que algún día se desvanezca el progreso del amor y solo les quede uno más en la lista de EX, un bebe o una gran cicatriz que les cambie la combinación de cómo vivir la vida.


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