martes, 25 de diciembre de 2018

Eutanasia



La vida está sobre valuada.

En la medida en que se sienta confort con la vida se llega a valorarla. Dentro de la sociedad la muerte es gran tema tabú y que sea por elección propia radica profundamente en el suicidio.

Tengo que admitir que las personas que han hecho todo lo posible por soportar su realidad, enfermedad o circunstancia son realmente valientes a la hora de optar por la eutanasia. Sea el motivo que sea que los motive a querer dejar de vivir, siempre veo un patrón en común, la falta de vitalidad. La vitalidad se posee o no. Es como una característica física se nace con ella. No puede ser generada a cabalidad en una persona ni puede ser eliminada en otra.
La muerte es lo único que tenemos seguro en el porvenir del día a día y ni aun así es aceptada como comportamiento natural del ser humano. Suiza legalizo la eutanasia y en ese país día a día se practican muertes asistidas con dignidad y calidad humana. Un orgullo para la humanidad.

Para nosotros al ser genuinamente imperfectos en la busca de una camino, un ideal un sueño. Puede ser que la idea claramente remota de la muerte no sea más que un pensamiento pasajero. Pero para quien no pueda con el balance del subsistir es algo que lo nutre por dentro y le da calidad de esperanza en el terminar y a la vez germinar en otro plano de existencia.

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