Hay un bosque en tus ojos.
Y tú tienes los pies atados.
El obrero está en mis manos.
Y el campesino en mis palabras.
No hay nada igual a los alumbramientos.
Sentir que ya llegó lo que esperabas .
Morir de ansiedad en los abismos.
Aferrarse a una cosa idescriptible .
Ser nosotros mismos y no ajenos.
Como queriendo salvar nuestro destino.
A veces se llena de oscuridad tú rostro.
No se nota nada.
Y se te olvida.
Que tú cuerpo liviano .
Toma tus pies que caminan.
Hacia el antiguo bosque de la reencarnación.
miércoles, 21 de marzo de 2018
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