Es difícil aceptar que se poseen tendencias hacia vías que no son del todo creadas a voluntad, es difícil hacer retrospectiva y ver que los detalles hacen que ese todo sea una inmensa, una bola que consume a las personas y que los tiene inmiscuidos en su realidad.
Escribo sobre las tendencias crudas, los fetiches, los gustos apreciados o despreciados, las inclinaciones de todo tipo, la realidad de nosotros mismos.
Las inclinaciones natas son potencialmente más dadas a cabalidad que las adquiridas. Las vida crea una posibilidad a medida que se va dando una maneras aprender a expresar una parte dormida y hacerla realidad, eso es darse cuenta de nuestra finalidad, que se encuentra realmente en la felicidad de ver un atisbo de nosotros vuelto realidad y llevado a cabalidad.
Los gustos adquiridos son las mas difíciles de abandonar y los más usados a nivel de repetición en la vida real. Cuesta demasiado una vez adquirido como parte de uno abandonar para siempre una actitud en la vida o una tendencia a ser narcisista o etc.. es una manera de formar un caparazón que cubre totalmente las inclinaciones natas y hacer que ser pierda del todo la finalidad de una vida y se pierde también el valor de vivir.
El problema que crear mascaras en la vida es que si no se dominan pueden quedar pegadas. O sea, sería como si un mentiroso se creyera sus mentiras y ahí no hay vuelta atrás perdió el hilo con la realidad. Eso pasa con cualquier mascara que se utilice, deforma has ser que la lleve puesta.
La relación entre las tendencias por vías que se tomen en la vida y las mascaras que se adopten es obvia, pero ojo. Aun que el mono se vista de seda, mono se queda.
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